viernes, 8 de abril de 2016

El sistema informático de un juzgado imputa por violencia de género a un hombre inocente

Un vecino de Chucena ( Huelva) ha resultado imputado por un delito de violencia de género siendo inocente. El caso, absolutamente rocambolesco, refleja a las claras cómo funciona en los juzgados la Ley Integral de Violencia de Género. Juan Miguel C.H. está imputado por aspectos puramente técnicos propios del software instalado en el sistema informático de los juzgados de la Palma del Condado que no reconoce que una mujer pueda ser denunciada por violencia de género. En su defecto, el sistema imputó el delito a su marido y la Secretaría del juzgado de instrucción Nº3 de aquella localidad tramitó la denuncia, cuando en realidad la persona denunciada por malos tratos en el ámbito domésitico fue la esposa, Rocío M.E.
El caso se remonta a diciembre de 2015 cuando una joven de 24 años, Ana C.M. se personó en el cuartel de la Guardia Civil de Bollullos Par del Condado y denunció a su madre por presentar una denuncia falsa de Violencia de Género contra su padre. En la denuncia, la joven hace constar que se tuvo que marchar del domicilio familiar porque durante veinte años han tenido que sufrir malos tratos por parte de la madre, ” los sufrió su padre, sus hermanos y también ella, con amenazas de muerte y agresiones así como maltrato psicológico;  que le puso un cuchillo en el cuello en una ocasión y que su madre pegó en numerosas ocasiones a su padre” según se detalla en la diligencia de comparenciencia de la joven ante la Guardia Civil.
La hija mayor del matrimonio relató que su madre presentó una denuncia falsa por Violencia de Género “que luego la tuvo que retirar en el juzgado por la presión ejercida por sus propios hijos que le dijeron que de no retirarla, la denunciarían a ella por todo lo que hacía con su familia”.  Sin embargo, la madre denunció a su marido en una segunda ocasión lo que provocó que la joven denunciante llamara a su madre por teléfono para pedirle explicaciones. En su declaración ante la Guardia Civil, la joven relata que su madre le contestó que denunció al hombre “porque le dió la gana, y que lo hará las veces que haga falta, dicíendole la madre que si la denunciaba le haría daño a ella y a sus dos hermanos menores de edad”. Momentos después, la madre colgó el teléfono.
La Guardia Civil remitió esta declaración al juzgado Nº3 de la Palma del Condado quien la tramitó a través de su sistema informático. Y es aquí donde el caso de convierte en surrealista. El sistema no reconoce la denuncia contra la mujer y de manera automática genera la imputación al hombre, que pasa de víctima a imputado. Juan Miguel, atónito, se personó en el juzgado solicitando información sobre su condición de investigado-imputado. La funcionaria responsable de la secretaría del juzgado argumentó “como única y exclusiva causa motivadora de la imputación de Juan Miguel C.H. aspectos puramente técnicos del software del juzgado”
Tanto el padre denunciado como su hija, ambos víctimas de Rocío, han presentado un escrito ante el juzgado en el que reclaman “que se corrija a la mayor brevedad posible el defecto reseñado” y que se “reconozca en la denuncia a Juan Miguel C.H. como perjudicado y víctima”.