miércoles, 13 de noviembre de 2013

La restitución

Lunes, 11 de Noviembre, 2013
Salvador Sostres
Eva Dallo y Berta González de la Vega explicaban ayer en una trepidante crónica para elmundo.es, la existencia y el método de la empresa ABP World Group, que se dedica a la "restitución" de menores que les han sido "sustraídos" teniendo ellos la custodia.
Es muy difícil que en un proceso de divorcio o de separación traumática un juez dé la custodia de los hijos al padre; y ese feminismo de base ya conlleva en sí mismo una "sustracción" que si queremos ser una sociedad justa tendría algún día que ser restituida.
Muchas madres utilizan luego a sus hijos como moneda de cambio en un repugnante chantaje que el padre no tiene más remedio que aceptar, y siempre con el miedo en el cuerpo de ser falsamente denunciado por maltrato y tener que vivir entonces sin poder ver a sus hijos del modo más injusto y cruel.
Que una madre sin la custodia de sus hijos se los lleve de su país para tenerlos con ella y alejados del padre es la peor manera de torturar a un hombre, la más dolorosa y salvaje.
ABP World Group se define como una empresa seria y perfectamente legal que "lleva a cabo restituciones legales de padres que tienen la custodia".
En Italia, tres miembros de esta empresa fueron detenidos por secuestro y tráfico de menores y los carabinieri explicaron que su método es violento, que en ocasiones sedan con barbitúricos a los niños y que no dudan en usar armas en sus operaciones si lo creen necesario.
¿Es restitución o secuestro? ¿Está justificado ni que sólo sea moralmente, que un padre acabe actuando así? Me pregunto qué consideración social tendría esta empresa si la mayor parte de clientes fueran madres. Me pregunto si la justicia -la justicia española, por ejemplo- sería tan lenta en actuar si la denuncia la hubiera puesto una mujer. Dos años, hasta dos años estaba tardando la orden judicial para devolver el niño a su padre -cuya custodia reconocían perfectamente las autoridades españolas- en el caso que centra el reportaje que ayer publicábamos.
Evidentemente el proceso de restitución va a ser traumático para el niño y le va a dejar marcado para toda la vida, pero también el que su madre se lo llevara.
¿Qué otra solución tiene un hombre en un sistema judicial que le considera un asesino en potencia? ¿Cuántos padres españoles no pueden ver a sus hijos por las artimañas legales de sus exesposas? ¿Qué dolor puede ser más retorcido? ¿Que otra solución tiene un hombre con unas leyes que le inculpan y la marginan por lo que es y no por lo que ha hecho?
 Espero no encontrarme nunca en esta situación pero no sé lo que sería capaz de hacer si me sustrajeran a mi hija.
 Soy un firme partidario del orden y de la Ley, pero lo que no se le puede pedir a un padre es que le disparen al centro del corazón y que se quede de brazos cruzados mientras un sistema judicial determinista y profundamente injusto le deja sin su hijo y se ríe de él en la cara.
Nadie en su sano juicio desea un altercado así, pero cualquier hombre en España está a una denuncia falsa de pasar un auténtico calvario. Piénsalo y no dormirás. Y las leyes no sólo no nos protegen sino que van a cazarnos.
Es normal que nos acabemos organizando clandestinamente y con tesón, y con los métodos más insólitos y extravagantes, como La Resistencia durante la Ocupación.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo/2013/11/11/la-restitucion.html