sábado, 16 de junio de 2012

Más que palabras.- Custodia compartida


MADRID, 16 Jun. (OTR/PRESS) -
   "Todas las familias felices se parecen y las infelices lo son cada una a su manera". De esta forma, utilizando el arranque de la novela de Tolstoi, Ana Karenina, el ministro de Justicia inició su intervención para impulsar la custodia compartida, un asunto complejo que en caso de desacuerdo deberá decidir el juez. Aunque en la mayoría de los países de nuestro entorno es un tema muy arraigado, en  España tiene primacía la custodia monoparental y es la madre quien, en caso de divorcio o separación, se queda con los hijos.
   Nadie pone en cuestión que los hijos tienen derecho a estar con su padre y con su madre, pero cuando las cosas vienen mal dadas casi nunca prima el interés de los niños, sino el egoísmo, incluso la irresponsabilidad de los padres que utilizan a los hijos como moneda de cambio para dirimir sus conflictos. Estoy plenamente de acuerdo con que no se prive a los padres de ver a sus hijos y que se comprometan, al igual que las madres, en su cuidado, manutención y educación.
   Conozco a varios padres separados que están pasando un auténtico infierno porque sus exparejas no les dejan acercarse a sus hijos. Son buenos padres cariños, afectuosos y responsables pero tras un traumático divorcio los niños se han convertido en un instrumento perfecto para mantener vivo el conflicto y acrecentarlo. Soy madre y  me es muy difícil comprender como hay mujeres que anteponen su propio interés al de sus hijos pero esos casos existen y son reales con nombre y apellido. Hay madres que predisponen a sus hijos contra su expareja y viceversa, pero en caso de duda hay siempre que proteger a los niños y encontrar la solución menos traumática para ellos.