"No te voy a coger el teléfono y no vas a poder hablar con el niño. Yo sé que para tí Hugo es tu vida, para mi es una carga, pero voy a hacer lo imposible para quedármelo. Vete preparando el dinerito, voy a hacerte la vida imposible. Vas a llorar hasta que no tengas lágrimas en los ojos".
Es la pesadilla que vive Emiliano desde hace dos años.