lunes, 24 de noviembre de 2014

¿Dónde está el límite de los medios de comunicación?

Madrid, 20 de noviembre de 2014


En nuestra Asociación es habitual que los abuelos pidan ejecuciones de las sentencias para ver a sus nietos, ya que los impedimentos por parte de los progenitores son constantes.

Desde que comenzó en España el adoctrinamiento en contra de la familia, la ruptura de relaciones entre abuelos, hijos y nietos está creciendo de forma exponencial. Más del 60% de nuestros socios sufren este trato directamente de sus propios hijos, casi siempre por temas económicos.

Los abuelos no somos cajeros automáticos ni compramos nietos.

Es obligación de los jueces velar por el interés superior del menor, más aún cuando el que lo solicita es un abuelo.

Los abuelos podemos tener de todo menos tiempo y salud, aunque sea un magistrado del Tribunal Constitucional.

En esta situación se ven inmersas personas de todo tipo y condición pues la maldad está repartida por toda la población independientemente del colectivo al que pertenezca cada individuo.

En el caso que traemos a colación, es un magistrado del Tribunal Constitucional quien sufre el inmenso dolor de verse privado del contacto con sus nietos.

Para colmo de males, un medio de comunicación aprovecha para calumniar a la víctima acusándole de exigir trato de favor al juez que lleva su caso.



Solicitar por escrito a un juzgado que se ejecute una sentencia, ya que los intereses de los menores deben tener preferencia, no significa que se pida un trato de favor por ser colegas.

Tergiversar los hechos no sólo resta credibilidad a los medios de comunicación, si no que pone en entredicho los derechos de los niños.

Por el contrario hace mucho daño a los abuelos y fundamentalmente a nuestros nietos.

Para este medio la noticia no es la canallesca ausencia de contacto entre abuelos y nietos sino el supuesto delito del abuelo. Esto no sería noticia si fuera un ciudadano de a pie de los miles que cada año se ven en esta tristísima situación.

No señores. No se puede acusar a ningún abuelo, sea quien sea, por querer ver a sus nietos.

Todo tiene un límite.


Fdo.: Guadalupe De la Fuente
Presidenta de la Asociación de abuelos separados de sus nietos.
Telf.: 608 314 435




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