Por Luis Manuel López Fidalgo*
Cada día leo, escucho o veo, como este país se aleja minuto a minuto
de lo que muchos conocemos como una verdadera igualdad. Crean ustedes que no
hablo solo en nombre de tos hombres, hablo en nombre de muchas personas y digo
bien, personas, que no sexos, hijos, padres, abuelos y madres que también
sufren esta actual situación, no olvidemos, que estas últimas, también pueden
convertirse en víctimas de esta discriminatoria ley, al ser actuales
compañeras, hijas, primas, amigas, hermanas, etc, etc.... de hombres separados.
Algunas organizaciones, contrarias a la custodia compartida, se
empeñan una y otra vez en decir que la misma hace daño, desestructura,
maltrata, o un sin fin de adjetivos, a los niños de padres separados, nada más
lejos de la realidad, lo que verdaderamente hace daño a tos hijos, es no poder
ver a uno de sus padres cuando ellos quieren, por una imposición que les obliga
a verlos con un estricto régimen de visitas, (apenas 4 o cinco días al mes)
palabras, régimen de visitas, que por cierto, suenan a un régimen carcelario.
No es un derecho de los padres, es un derecho de tos hijos y eso a
nadie se le debe olvidar. Alo largo de los años, he visto a familiares
fallecer, en su mayoría familiares paternos, pidiendo, en tos últimos días de
vida, poder ver a sus hijos y a sus nietos antes de morir y precisamente, por
ese régimen de visitas que comento, se han ido sin poder verlos, esto, además
de hacer un daño atroz a la persona que se nos va, en su mayoría, familias
paternas, hace un daño psicológico a tos niños ¿de eso no se dan cuenta? ¿Qué se
les explica cuando preguntan por sus padres o abuelos que ya pasados 15 días después de su última visita estos familiares ya no están en
este mundo?
Si estando en perfecta convivencia de pareja, lo naturales que un
hijo, tenga a su padre y a su madre en igualdad de condiciones, ¿Por qué no
hacerlo igual, cuando estos se separan? ¿Quién se separa, el hijo o tos padres?
Leer articulo completo: