Los profesionales más directamente relacionados con el derecho de familia han recibido el anuncio del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de que los notarios podrán resolver matrimonios y divorcios pactados, dentro de la ley de mediación y jurisdicción voluntaria, con numerosas pegas. En opinión de los expertos consultados, la medida no sólo no reducirá la insoportable carga judicial actual, sino que planteará problemas de garantías. En el otro lado se sitúan los usuarios de la justicia y los propios notarios, quienes ven positiva la medida. En primer lugar, por el ahorro de costes y tiempo.
Algunos jueces ya se han mostrado contrarios a la medida. El juez de familia de Gijón Ángel Luis Campo es uno de ellos. «Me parece una iniciativa que poco va a ayudar a solucionar el atasco de los Juzgados», indicó. Además, «puede causar claramente indefensión».
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