Las feministas tradicionales llevaron el estandarte de la liberación femenina con reivindicaciones sociales como un salario digno o acceso a profesiones consideradas exclusivamente de hombres.
A finales de los años sesenta un grupo de feministas radicales empieza a desmarcarse de lo que hasta ese momento había sido el movimiento feminista reivindicativo en todo el mundo. Surge entonces el feminismo político radical cuyo germen hay que buscarlo en la nueva izquierda surgida después de mayo del 68. Este movimiento radical fagocitó ilegítimamente el término feminista “positivo” que hasta ese momento había luchado por los avances de la mujer.
http://blogs.periodistadigital.com/opinion.php/2011/07/12/feminismo-de-genero-una-ideologia-totali