El Tribunal Constitucional suspendió el mes pasado la aplicación de la ley valenciana de custodia compartida. Para mi asombro, dicho Tribunal dispone de cinco meses para mantener la cancelación o levantarla.
Voy a desilusionar a todos aquellos padres que esperarían a continuación un comentario sobre la bondad o maldad de dicha ley. No es éste mi propósito, quizá porque egoístamente no se da, gracias a Dios, por el momento, ningún caso que pueda hacer necesaria su aplicación en mi familia (y ya es raro).
Me centro en tres puntos. Primero: el afán de cada 'autonosuya' de legislar por su cuenta en todos los ámbitos del Derecho. Así marcan su territorio con nuevos hechos diferenciales.
Segundo: el T. C. no tiene escrúpulos en suspender una ley. Seguramente piensa que de no hacerlo las consecuencias serían catastróficas. No sucedió así en la ley del aborto. Que mueran una infinidad de concebidos no implica urgencia alguna, ni para suspender ni para decidir.
Tercero: ese plazo de cinco meses del que en su día informó debidamente LAS PROVINCIAS. No sabía que pudiera existir. Creía que el Alto Tribunal (es un decir) aceleraba y desaceleraba 'ad libitum'. El caso del aborto, el estatuto catalán, el decidir algo tan difícil sobre lo que es y lo que no es matrimonio, podían ser ralentizados 'ad calendas graecas'. (En Grecia no había calendas). El aprobar a ETA-Batasuna-Bildu se decidía en cambio a velocidades que para sí quisiera Fernando Alonso. Es el llamado Estado de Derecho.
http://www.lasprovincias.es/v/20110817/opinion/cartas/custodia-compartida-20110817.html