Quien algo quiere algo le cuesta y no hay nada mejor por lo que luchar que por unos hijos. Es el caso de Javier Yera, natural de Mancha Real, que aprovecha su afición al alpinismo para reivindicar el derecho de los padres a la custodia compartida. Su última proeza ha sido llevar su queja hasta el Mont Blanc, el pico más alto de Europa.