«Vivíamos en una finca única con dos partes separadas. En una estábamos nosotros y en la otra, mi madre, pero ahora el juez me obliga a ceder ese espacio y a vivir al lado de mi exmujer y de su novio, incluso compartiendo gastos de luz y agua y un patio común», indicó al referirse a una situación que considera «incómoda e injusta». «El sistema está así montado y en estos casos siempre se perjudica al hombre hasta el punto de que se nos trata como si fuésemos una máquinas registradoras», comentó al tiempo que avanzó que está pendiente de la sentencia definitiva para recurrir.