Lo que viene a continuación es el crudo, sincero, triste e indignado relato de una mujer que perdió "a su niño", como dice ella de su marido, por una ristra de silencios o fallos judiciales que nacieron de una denuncia falsa de la primera esposa. Es estremecedor todo lo que cuenta, cómo lo cuenta y cómo termina. Si cada maltrato a una mujer es un acto de cobardía; cada abuso con un hombre también. Con este testimonio que sigue, es difícil no quedarse sin respiración.
http://www.eldigitaldemadrid.es/blog/general/62